Este foro digital ha tenido como invitado de excepción al neurobiólogo Rafael Yuste,  impulsor de la mayor iniciativa científica para conocer el cerebro humano: el proyecto Brain. 

Durante la sesión, Yuste ha explicado de manera sucinta en qué estado se encuentran las neurotecnologías, es decir, aquellas tecnologías que sirven para entender el cerebro, visualizar sus procesos e, incluso, controlar, reparar o mejorar su comportamiento.

Junto a su exposición más bien optimista, en cuanto a las posibilidades que abren estos nuevos desarrollos, Rafael Yuste ha dado cuenta también de algunas de las incertidumbres que plantean. No obstante, ha puesto de relieve que se puedan activar diversos instrumentos para que las neurotecnologías no se acaben utilizando mal. Estos instrumentos deben fundamentarse en los derechos humanos y en su futura ampliación a través de los ya denominados “neuroderechos”.

Al final de la exposición, la secretaria de Estado de Digitalización e Inteligencia Artificial, Carme Artigas, ha completado la exposición de Rafael Yuste con unos apuntes sobre el papel de la Unión Europea y, concretamente de España, en este nuevo escenario tecnológico.

POR QUÉ ES IMPORTANTE CONOCER EL CEREBRO

Rafael Yuste, catedrático de ciencias biológicas y neurociencia en la Universidad de Columbia (Nueva York) y codirector del Instituto Kavli de investigaciones neurológicas, ha empezado su presentación resumiendo las razones principales para conocer  a fondo el cerebro. Son de tres tipos: científicas, médicas y socioeconómicas.

En primer lugar, los investigadores  han observado en profundidad la corteza cerebral, que es donde tienen lugar todas nuestras actividades mentales, tanto cognitivas como emocionales. “Si se lograran entender en profundidad como se producen estos procesos estaríamos ante una revolución científica porque la esencia del ser humano se halla en la mente y, por tanto, podríamos tener una nueva noción de nuestra propia existencia”, ha señalado Rafael Yuste.

Conociendo en profundidad el cerebro podemos llegar a tener una nueva noción de nuestra propia existencia

Respecto a la medicina, ha recordado que todo el mundo conoce a alguien, directa o indirectamente, que padece algún tipo de enfermedad neurológica o psiquiátrica (parkinson, Alzheimer, esquizofrenia, depresiones graves) y ha remarcado que “prácticamente ninguna de ellas tiene cura porque no entendemos la fisiopatología del órgano clave para estas enfermedades que es el cerebro” . Si esta comprensión avanzara significativamente, también lo harían las soluciones médicas.

La tercera razón tiene que ver con el desarrollo económico y tecnológico de la humanidad, que van de la mano.  Sobre este punto, Rafael Yuste ha afirmado que “el cerebro realiza computaciones muy potentes con un gasto energético mínimo y que, si se pudiera entender a fondo cómo lo hace, se abriría la puerta a una gran evolución de la industria tecnológica y de sus aplicaciones”. 

EL PROYECTO BRAIN

Esta ambiciosa iniciativa, que un amplio grupo de científicos encabezados por Rafael Yuste, presentó al presidente de los EE UU Barack Obama en 2013, es un proyecto científico sin precedentes: se contempla su desarrollo a 15 años vista, con 550 laboratorios participantes y 6.000 millones de dólares de inversión. 

Su objetivo principal es intentar obtener instrumentos avanzados de neurotecnología para registrar la actividad cerebral y para cambiarla. Más concretamente, se plantea medir cada acción potencial posible para cada neurona cerebral; manipular la actividad neuronal; y analizar y modelizar los circuitos cerebrales computacionalmente.

El interés mundial por esta materia ha llevado al surgimiento de iniciativas con objetivos similares en distintos países

Con el paso del tiempo el interés mundial por esta materia ha llevado al surgimiento de diversas iniciativas con objetivos similares en distintos países, con lo que hoy se puede hablar con propiedad de un proyecto Brain de carácter global. 

Según Rafael Yuste, lo que se está produciendo es una carrera internacional, pero más cooperativa que de competición: “desde 2017 existe una coordinación de todos los proyectos, que se acordó en el convenio de Canberra”.

EXPERIMENTOS AVANZADOS

Rafael Yuste ha destacado que, si bien estamos aun lejos de un conocimiento total de los mecanismos cerebrales, diversos experimentos han demostrado que hoy la ciencia está en disposición de registrar el funcionamiento de algunos de ellos, e incluso de manipularlos a nivel básico.

En uno de estos experimentos, llevado a cabo con un ratón, se ha establecido un pequeño sistema de estímulos y respuestas para este animal. Consiste en “entrenarlo” para que, ante la visión de barras verticales, beba un jugo a través de un pequeño vástago. En cambio, al ver barras horizontales, esta acción no se produce. El ratón reproduce este comportamiento constantemente,  lo que permite visualizar las partes de su cerebro que se activan en cada ocasión.

Más aun, ha sido posible también introducir dichas imágenes en el cerebro del ratón, aunque no estuvieran delante de él, y, sorprendentemente, sus reacciones ha sido las mismas que cuando las veía realmente. “Lo podemos manejar como si fuera una marioneta”, ha indicado Rafael Yuste.

Los experimentos dan la medida de hasta qué punto la percepción sensorial puede ser registrada, condicionada o estimulada artificialmente

También se han hecho experimentos con personas, centrados en el registro de su actividad cerebral ante el visionado de distintos tipos de imágenes. En algunos casos los científicos han podido intuir en qué tipo de imágenes estaba pensando la persona solo a partir de la “lectura” de su actividad cerebral. 

Estos experimentos avanzados dan la medida de hasta qué punto la percepción sensorial puede ser registrada, condicionada o estimulada artificialmente. Con ello se abre el camino a desarrollar técnicas que permitirían, por ejemplo, estimular determinadas células para reforzar la memoria y, más ampliamente, se podrían encontrar terapias para mitigar los efectos devastadores de ciertas enfermedades con base cerebral.

NEUROTECNOLOGÍAS Y ÉTICA

En la actualidad ya se han realizado intervenciones quirúrgicas para conectar el cerebro, por ejemplo, con un brazo robótico, de manera que el primero controle al segundo. Las interfaces entre el cerebro y equipos o sistemas externos son posibles y esto llevará a “aumentar nuestras capacidades cognitivas y mentales con tecnología situada fuera de nuestro organismo”, ha subrayado Rafael Yuste. “Se trata de redefinir la especie humana”, ha añadido.

Los problemas planteados por estas tecnologías son problemas de derechos humanos y es en este contexto donde deben ofrecerse las soluciones

Esto supone un desafío tecnológico, pero sobre todo un desafío ético. Ante ello, Rafael Yuste y otros expertos en neurotecnologías formaron un grupo de reflexión del que surgió una conclusión importante de tipo general: “los problemas planteados por estas tecnologías son problemas de derechos humanos y es en este contexto donde deben ofrecerse las soluciones”.

En consecuencia, la vía para abordar este reto pasa por ampliar la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948 con “neuroderechos”, esto es con nuevos derechos para proteger a las personas de abusos o situaciones no tolerables. Por ejemplo,  preservando su privacidad mental, su identidad, y su libre albedrío. Sin olvidar el acceso igualitario al “aumento cognitivo” con el fin de evitar la división de la humanidad en dos categorías: los poseedores de esta tecnología y los que no puedan permitirse acceder a ella.  

Tanto desde la esfera privada (Neurorights Foundation) como desde la pública (ejemplo de la Constitución de Chile y su enmienda para reconocer estos nuevos derechos) están proliferando diversas iniciativas que demuestran el desarrollo de una visión humanista en este ámbito.

Rafael Yuste confía en la capacidad para utilizar esta tecnología en pro del bien colectivo, limitando o eliminando para este fin sus efectos no deseados. 

EUROPA A LA VANGUARDIA

Carme Artigas ha cerrado la sesión al hilo de las últimas reflexiones de Rafael Yuste. En primer lugar, ha señalado que la Unión Europa se halla por delante de China y de los Estados Unidos en “que los datos sean de los ciudadanos y no de los gobiernos o de las empresas”. 

La secretaria de Estado de Digitalización e Inteligencia Artificial han insistido en el hecho de que “se debe llegar a un equilibrio para no frenar la innovación y al mismo tiempo preservar los derechos de las personas frente a las tecnologías”. 

El nuevo reglamento de la unión europea sobre inteligencia artificial avanza en la dirección del respeto a los derechos individuales

Respecto al ámbito concreto de la neurotecnología, ha recordado el proyecto del gobierno español denominada SpainNeuretech como una oportunidad para la investigación y para las empresas.

Asimismo, ha anunciado que el nuevo reglamento de la Unión Europea sobre inteligencia artificial  “avanza en la misma dirección de respeto a los derechos individuales”, y que España “será el primer país piloto en implementarlo, antes de que entre en vigor”. 

Finalmente, ha indicado que, en la próxima reunión ministerial de la OCDE que se celebrará en Canarias, España introducirá este  debate entre los países participantes.