El Ministro Jordi Hereu recordó en su intervención que el proyecto europeo encarna libertad y prosperidad, pero advirtió que su defensa requiere una base económica e industrial sólida. “España –dijo– crece de forma sostenida y afronta el reto de conseguir que este crecimiento global de la economía suponga un aumento del peso y la importancia de la industria sobre el conjunto del tejido productivo del país”.

En este sentido, la digitalización y la transición energética son los motores de este cambio, impulsado por la puesta en marcha en los últimos años de proyectos estratégicos como el del vehículo eléctrico. Hereu reclamó más autonomía industrial europea y políticas comunitarias coordinadas en este ámbito.

En lo relativo al turismo, apostó por un modelo sostenible y digitalizado, que permita diversificar y desestacionalizar la oferta turística, mientras se pone en valor el patrimonio histórico y cultural del país. 

DEFENSA DEL PROYECTO EUROPEO Y RETO DE LA INDUSTRIA

El Ministro Jordi Hereu comenzó recordando que España entró en la CEE (el precedente de la Unión Europea) hace ya casi 40 años. Una entrada en Europa que siempre fue vista como un horizonte de prosperidad y de libertad. “Europa encarna valores que hace 20 años dábamos por sentados, pero que hoy nos toca volver a defender de una forma más activa”, subrayó. 

“Ahora más que nunca hay que defender Europa como proyecto, ya que encarna el mejor modelo social del mundo”

 “Por esta razón, ahora más que nunca hay que defender Europa como proyecto, ya que encarna el mejor modelo social del mundo”, añadió.  Jordi Hereu señaló que, si no se apuesta por la fuerza económica, material e industrial de Europa, la defensa de sus valores acabará siendo pura retórica. Esta fortaleza apuntalaría la voz de Europa en el contexto internacional y con ello favorecería la presencia de su modelo. 

Siguiendo esta línea, el encargo que Jordi Hereu recibió como ministro fue trabajar por la reindustrialización y cambiar una tendencia de décadas de desindustrialización.  La otra parte del mandato se centró en el turismo, un sector en el que España es líder mundial. Ambos casos son retos de país, de transformación y de resiliencia. Para afrontarlos, está siendo muy importante el apoyo europeo, a través de los fondos de recuperación, y el esfuerzo y colaboración que el sector privado presta día a día a la actuación del ministerio. 

LA POSICIÓN DE ESPAÑA

Jordi Hereu destacó que España muestra en este momento una buena posición en las métricas económicas tradicionales, con un crecimiento sostenido a pesar de la situación internacional tan compleja que se está viviendo en estos momentos. Sin embargo, reconoció que el comercio internacional, otro importante vector de crecimiento, no está pasando por su mejor momento.

“La situación económica española revela que algo estamos haciendo bien en España para mantener estos niveles de actividad y de bienestar”

Teniendo en cuenta la inestabilidad internacional, y de manera especial, los conflictos armados en curso, la situación económica española revela que algo estamos haciendo bien en España para mantener estos niveles de actividad y de bienestar. “No somos el motor más grande de Europa, pero lo cierto es que sí somos el motor que mejor está funcionado, y el que más está creciendo. Tenemos un gran potencial para seguir creciendo y ganar en importancia, en términos económicos, dentro de la propia Unión”.  


DOS GRANDES VECTORES DE CAMBIO

La reindustrialización pasa indudablemente por afrontar la transformación digital. Por esto es tan importante hacer ver a las empresas que deben incorporar todo el potencial de esta transformación, que en su última manifestación es la inteligencia artificial. Además de la transformación digital, la otra gran tendencia de cambio industrial pivota alrededor de la transición energética. 

Estos factores son hoy en día el principal objetivo del Ministerio en materia de industria, y tienen mucha relación con los PERTE (acrónimo de proyectos estratégicos para la recuperación y transformación económica), unos proyectos estratégicos, de país, que están enfocados en transformar en clave digital.

“Reindustrialización y transición digital y energética están estrechamente relacionadas”

Así, por ejemplo, uno de los más importantes está relacionado con el vehículo eléctrico y conectado. “Solo en este tema ya estamos viviendo un proceso histórico que marcará el futuro para muchas décadas”– destacó Jordi Hereu –“ya que se trata de una transformación estructural”, añadió.

En este momento, y tras la experiencia positiva de los PERTEs, el Ministerio está elaborando instrumentos que permitan articular la política industrial una vez finalizada la vigencia de los fondos Next Generation. En este sentido, la aprobación de la Ley de Industria y Autonomía Estratégica supondría un cambio de paradigma a la hora de realizar esta planificación de la política industrial del país que, además de facilitar la labor de planificación, nos permitiría dotarnos de herramientas de gestión e impulso a la actividad industrial del país.

EL CONTEXTO INTERNACIONAL: UNA OPORTUNIDAD INDUSTRIAL

Jordi Hereu defendió la aproximación europea a la transformación digital frente a la que realizan Estados Unidos o China. “Europa no puede sacrificar sus valores por el crecimiento, pero tampoco puede poner en crisis el crecimiento por sacralizar sus valores”, señaló. “La época de la ingenuidad en Europa se ha terminado en un contexto internacional cada vez más hostil” destacó.

En los años noventa, la globalización comportó un gran movimiento de deslocalización industrial, pero hoy sabemos que se deben establecer límites y controles a este proceso. A este respecto, Europa también tiene mucho trabajo interno que hacer, tanto desde la perspectiva interna— entre Estados miembros –como en sus relaciones comerciales exteriores. 

En cualquier caso, en los últimos meses ha quedado claro que Europa ya no será defendida desde fuera y que, por tanto, debe de tomar sus propias decisiones sobre la industria y el comercio internacional, con ambición para responder a los retos actuales y futuros. 


Esta convicción puede suponer un estímulo para la industria de seguridad y defensa, “un ámbito en el que Cataluña hasta ahora no ha tenido mucha presencia, y que es algo que puede cambiar en el futuro si sabe aprovechar su tradición industrial”, afirmó el ministro. También remarcó que la transformación en la forma de librar los conflictos bélicos hace que las tecnologías duales y la protección y mantenimiento de infraestructuras básicas sean cada vez más importantes. 

En definitiva, el actual contexto internacional ofrece, además de un gran reto, una nueva oportunidad industrial que puede nutrirse del conocimiento de otros ámbitos y del talento y competitividad del país. Por ello, conseguir una legislación industrial a nivel estatal para perseguir este fin debería ser un punto de consenso, un pacto de Estado, que permitiera asegurar la proyección de la industria española en el futuro, más allá de toda disputa ideológica. La industria– concluyó –necesita acuerdos, y los acuerdos siempre suman. 

UN TURISMO PARA EL FUTURO

El nivel de éxito conseguido con el turismo podría hacernos creer que no se deben tomar más decisiones en este sector, pero esto sería un error. “Se trata de todo lo contrario”– apuntó el Ministro –, precisamente, “es ahora el momento idóneo de transformar el sector con una base ambiental y de sostenibilidad”. La finalidad es conseguir un modelo mejorado respecto al actual. “Si no tomamos en serio temas como el impacto social del turismo en las comunidades o el cambio climático, el modelo puede agotarse”.

“Hay que transformar el sector con una base de sostenibilidad social, económica y medioambiental, a fin de no sólo garantizar el presente, sino también el futuro del modelo”

El Ministerio está trabajando en la desconcentración de los destinos, la desestacionalización y la creación y potenciación de productos turísticos alternativos al sol y playa, sin olvidar la digitalización del sector como intervención transversal. 

La fidelidad del turista en relación con España apunta a que trabajamos en la dirección adecuada, si bien debemos seguir trabajando en realizar los cambios necesarios para que el modelo continúe avanzando en esta buena dirección. “Todo ello también contribuirá a hacer una Europa más fuerte”, concluyó Jordi Hereu, que se declaró “militante de Europa y de sus valores, con tecnología e innovación como remedio contra la superstición”.

PREGUNTAS Y RESPUESTAS

La primera pregunta planteó el reto que supone poner límites a la entrada en el mercado europeo de grandes productores extracomunitarios. Jordi Hereu destacó que la visión sobre este tema ha cambiado en los últimos años, ya que Europa se ha percatado de la importancia de garantizar su autonomía en el engranaje mundial y, por tanto, de la necesidad de defender su producción y sus cadenas de valor. 

En este sentido– destacó –hay que empezar a generar visiones y a poner en práctica iniciativas paneuropeas. Ejemplos reales de este tipo de visión serían las alianzas industriales europeas transnacionales o las inversiones masivas en innovación. “La unión hace la fuerza”, apostilló. 

“Europa se ha dado cuenta de la importancia de garantizar su autonomía en el engranaje mundial y por tanto de la necesidad de defender su producción y sus cadenas de valor”

La nueva legislación industrial española deberá orientarse en esta dirección, que no es compartida siempre por todos los Estados miembros. El Ministro señaló que “aquellos países de la UE que reclaman frugalidad en la inversión se equivocan, porque actúan con una visión antigua sobre la situación actual, donde una política paneuropea activa y ambiciosa es imprescindible”.

La siguiente pregunta se centró en las dificultades que la Administración todavía supone, por falta de agilidad, a muchas iniciativas económicas y, en concreto, industriales. El Ministro indicó que el diagnóstico sobre este problema está plenamente realizado y ahora falta construir una gobernanza adecuada. Manifestó su esperanza de que tecnologías como la inteligencia artificial ayuden a optimizar la relación entre la Administración y los ciudadanos. Sobre todo, si previamente se cambia la lógica actual de los procesos administrativos. “Que consigamos que se pueda tramitar más rápidamente un permiso con garantías de seguridad es, en última instancia, reforzar la competitividad de nuestra industria”, subrayó. 

En relación con la soberanía económica europea, insistió en su apoyo a los proyectos industriales transeuropeos, que han puesto de manifiesto su validez a lo largo de la historia. 

La sesión finalizó con cuestiones planteadas por los asistentes en torno a la disponibilidad y la gestión del agua para la industria y la existencia o no de una incipiente oposición al turismo en algunas zonas.

“El ministro manifestó su esperanza de que tecnologías como la inteligencia artificial cambien totalmente la relación entre la administración y los ciudadanos”

El Ministro ofreció sus respuestas. Sobre el agua, la solución pasa por tres líneas de acción: eficiencia, inversiones y tecnología, sin olvidar las políticas orientadas a mitigar el cambio climático en un plano más general. En cuanto a la supuesta “turismofobia”, apuntó que estos hechos tienen un carácter muy minoritario, pero que existe una “prima mediática” que conduce a que casos muy concretos alcancen una relevancia mucho mayor de la que realmente tienen. Frente a esta realidad, el ministro pide rigor al realizar un análisis de la situación turística. Todos los actores del sector coinciden, a día de hoy, tanto en la necesidad de trabajar en construir un modelo de turismo más justo, respetuoso y sostenible, como en el impacto positivo de la actividad turística en el país.