Ciberseguridad: ¿Cómo nos adaptamos a los nuevos riesgos derivados del teletrabajo y la digitalización de procesos?

La crisis sanitaria provocada por el COVID-19 ha conllevado un aumento exponencial de los ataques por parte de ciberdelincuentes, que aprovechan esta situación de vulnerabilidad de las personas y las empresas para incrementar su actividad delictiva. Esta circunstancia, unida al hecho de que muchas organizaciones se han visto obligadas a implementar el trabajo en remoto con cierta urgencia e improvisación, han originado un conjunto de nuevas amenazas y riesgos en materia de ciberseguridad.

En este contexto, cobra especial relevancia hacer un ejercicio de evaluación interna sobre cómo está afrontando nuestra organización la continuidad de su negocio en el contexto actual, y las implicaciones que de ello se derivan para la ciberseguridad desde un punto de vista técnico, legal y organizativo. Entre otras cuestiones, las empresas deben preguntarse: ¿la información de mi empresa está debidamente protegida teniendo en cuenta el contexto actual de teletrabajo? ¿garantiza adecuadamente mi organización la protección de la intimidad de los trabajadores en el uso de los dispositivos digitales? ¿cuenta mi organización con un procedimiento adecuado para cumplir con la obligación de comunicar a tiempo una brecha de seguridad que afecte a datos personales?